«Sin agua no hay vida, sin glaciares no hay agua.» Esta afirmación resume la importancia crítica de estos ecosistemas congelados, cuya desaparición pone en riesgo el suministro de agua para millones de personas en Chile y el mundo.

Los glaciares son los principales reservorios de agua dulce del planeta. Su rol es fundamental para la estabilidad del ciclo hídrico, abasteciendo ríos y embalses que permiten el consumo humano, la producción agrícola y la generación de energía. Sin embargo, el cambio climático y la contaminación están acelerando su retroceso, poniendo en peligro el suministro de agua para las futuras generaciones. La urgencia de esta crisis llevó a Naciones Unidas a declarar el 21 de marzo como el Día Internacional de los Glaciares, reforzando la necesidad de su protección. Un día después, hoy 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha establecida en 1992 para concienciar sobre la importancia del agua dulce y la gestión sostenible de este recurso vital. Este año, ambas conmemoraciones se unen bajo un mismo mensaje: Salvemos nuestros glaciares.

El Aporte del CETAM en la Evaluación del Agua

El Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM) ha jugado un papel fundamental en el monitoreo y evaluación de la calidad del agua en diversas zonas de Chile. Se han realizado mediciones en lagunas cordilleranas clave como el Embalse El Yeso, así como en sus afluentes más importantes como el río Yeso y el río Colorado, el principal reservorio de agua potable para los ocho millones de habitantes de la Región Metropolitana. De igual manera, se han llevado a cabo estudios en la Laguna del Inca, el río Juncalillo, el propio río Aconcagua y su desembocadura en el océano Pacífico, que forman parte de la cuenca del Aconcagua, que alimentan con agua de riego y para potabilización a la región de Valparaíso.

CETAM-UTFSM mantiene una constante investigación sobre la calidad de la nieve y hielo en los glaciares presentes en estas zonas de montaña, para esto ha instalado desde el año 2015 el laboratorio refugio denominado NUNATAK-1 (NNTK-1) en Portillo a 3.000 metros de altitud (Cuenca del Aconcagua), en una cooperación con la Escuela de Montaña del Ejército de Chile y el NNTK-2, el año 2021, en el embalse el Yeso en las instalaciones de Aguas Andinas a 2.500 metros msnm (Cuenca del Yeso), principal reservorio de agua para la región Metropolitana. Estos laboratorios ubicados en zonas estratégicas actúan como verdaderos “termómetros” ambientales, permitiendo la medición en tiempo real de parámetros cruciales como la concentración de aerosoles contaminantes (material particulado atmosférico [PM] y polvo mineral [MD]), Black Carbon (BC), gases atmosféricos, albedo, meteorología y otros indicadores ambientales. Junto a lo anterior se toman muestras de agua y nieve, las cuales son caracterizadas fisicoquímicamente, donde se miden también el contenido de partículas absorbentes de luz (PM, BC, MD), que son capaces de modificar el albedo, acelerando el derretimiento de la nieve y el hielo, aumentando la velocidad del retroceso de los glaciares. Los datos obtenidos por CETAM-UTFSM no solo han contribuido a la mejora de modelos de predicción de acumulación de nieve y del deshielo, sino que también permiten entender mejor el impacto del cambio climático en la calidad y cantidad de las fuentes de agua, ayudando a proponer estrategias de conservación y gestión sostenible, facilitando de esta forma a la generación de políticas públicas y estrategias de mitigación en un contexto de crisis climática. Todas estas investigaciones han sido financiadas por proyectos Fondef (ID221 I 10279), Fondecyt regular (1221526), Fondecyt de iniciación (11220525), Fondecyt Postdoc, FOVIs (230167), de ANID, perteneciente al Ministerio de Ciencia y Tecnología, así como otros proyectos de CETAM-UTFSM.

Mediciones en la Antártica

Adicionalmente a lo anterior, en las distintas ECAs (Expedición científica antártica) CETAM-UTFSM ha llevado a cabo valiosos estudios en el continente blanco, donde se han aplicado las mismas metodologías de medición de la calidad del aire, el agua, la nieve y la evaluación del retroceso glaciar, mencionados anteriormente. Estos estudios financiados por INACH (Proy. RT_34-21), han permitido realizar mediciones en más de 20 sitios distintos en el lado Este y Oeste de la península Antártica, así como también en el continente a solo 1000 km del Polo, en la estación Polar conjunta Glaciar Unión (ECA 59-61, 2023-2025). En muchos de estos sitios es la primera vez que se han medido estos contaminantes, tanto en aire como en la nieve, por lo que los resultados tienen una relevancia mucho mayor para diagnosticar el estado actual de la criósfera antártica y servirán de línea de base para estudios futuros. Estos estudios pioneros son clave para comprender los efectos que los aerosoles (MP, BC, MD) está teniendo en el retroceso de los glaciares Antárticos, así como sus efectos sobre el albedo y la evolución de los recursos hídricos en un ecosistema extremadamente frágil y altamente sensible al cambio climático.

Déficit nacional

Chile continúa enfrentando una crisis hídrica aguda, exacerbada por el cambio climático y la gestión ineficiente de los recursos hídricos. Según datos recientes del Ministerio del Medio Ambiente en el “Reporte anual 2023” se completaron 14 años consecutivos cálidos, a esto se suma una constante disminución de las precipitaciones de un 7% por década en los últimos 40 años, lo que ha llevado a sequías prolongadas en diversas regiones, especialmente en el norte y centro del país, lo que ha dado origen a la llamada “mega sequía”.

Uso del Agua en Chile

La distribución del uso del agua en Chile es desigual y refleja las prioridades del país. Según datos de la DGA (Dirección General de Aguas), el pasado 2024 el agua se distribuyó aproximadamente de la siguiente manera:

• Agricultura: 73% del agua disponible se destina a la agricultura, lo que incluye riego principalmente para cultivos como la palta, uvas y otros productos hortofrutícolas.
• Industria: 7% del agua se utiliza en la industria, que abarca diversas actividades productivas.
• Minería: 4% del agua se utiliza en la minería, especialmente en la extracción de cobre y otros minerales, que son fundamentales para la economía chilena.
• Generación de energía: 4% del agua se destina a la generación de energía, incluyendo hidroeléctricas. Sin embargo, en este caso el recurso hídrico vuelve al ciclo hidrológico.

El resto del agua (un 12%) se destina al consumo humano, que incluye el abastecimiento de agua potable para las ciudades y comunidades rurales. Esta distribución resalta la presión que enfrenta el recurso hídrico, especialmente en un contexto de sequía y cambio climático.

Impacto en la Naturaleza

La sequía no solo afecta a las comunidades humanas, sino que también tiene un impacto devastador en la naturaleza. Los humedales, que son ecosistemas cruciales para el mantenimiento del equilibrio fisicoquímico del agua y de la biodiversidad, se ven amenazados por la falta de agua. Estos ecosistemas son el hogar de numerosas especies de flora y fauna, su degradación puede llevar a la extinción de especies y a la pérdida de biodiversidad.

Los animales que dependen de estos hábitats, como aves migratorias, anfibios y peces, enfrentan una escasez de agua además de la reducción de sus fuentes de alimento. La sequía puede provocar cambios drásticos en las propiedades fisicoquímicas del agua, la desertificación de tierras, afectando también a la flora, que lucha por sobrevivir y adaptarse a las nuevas condiciones del país, la pérdida de vegetación no solo empeora la calidad de aire, sino también contribuye a la erosión del suelo, lo que agrava aún más la crisis ambiental.

Monocultivos y su Impacto

Uno de los factores que agravan la crisis del agua en Chile es la expansión de los monocultivos, especialmente en la agricultura. Cultivos como la palta y las uvas para la producción de vino, requieren enormes cantidades de agua, según datos otorgados por el Ministerio de Agricultura y GESAGUAS solo en la zona centro del país  los cultivos de palto y uva consumen un total de casi 400.000.000 m³/año, un ejemplo más cercano está en la Provincia de Quillota, donde las 7.280 hectáreas de palto plantadas, consumen lo equivalente a 2.308 litros por segundo (72.800.000 m³/año), esto ha llevado a una sobreexplotación de los recursos hídricos. La agricultura intensiva, centrada en unos pocos cultivos, no solo agota las fuentes de agua, sino que también afecta la biodiversidad y la salud del suelo. La dependencia de monocultivos puede hacer que las comunidades sean más vulnerables a las sequías y a las fluctuaciones climáticas, lo que resalta la necesidad de diversificar la producción agrícola y adoptar prácticas más sostenibles.

Un lema que nos pide compromiso

En este Día Mundial del Agua, bajo el lema «Salvemos nuestros glaciares», es vital tomar conciencia sobre la importancia de estos gigantes de hielo para la seguridad hídrica del país. La protección de los glaciares es una responsabilidad compartida que requiere compromiso, acción y cooperación de todos los sectores de la sociedad.

Estas gigantes reservas de agua dulce son fundamentales para el equilibrio hídrico y ecológico de Chile. Su derretimiento acelerado por el cambio climático y la contaminación representa una amenaza directa para la disponibilidad de agua en el país. La conservación de los glaciares no solo es una necesidad ecológica, sino también una urgencia para garantizar el abastecimiento de agua en las próximas décadas.

Por esto es fundamental fortalecer la protección de los glaciares a través de legislaciones efectivas, regulaciones ambientales y proyectos de investigación que permitan comprender mejor su evolución. También es crucial reducir las emisiones de carbono y los contaminantes que contribuyen al calentamiento global y a la aceleración del deshielo. Iniciativas de restauración ecológica, educación ambiental y tecnologías sostenibles pueden marcar la diferencia en la protección de estos ecosistemas frágiles.

Cada gota cuenta, y cada acción suma en la lucha por un futuro con agua de calidad y en cantidad para todos.

Columna de opinión de:

Dr. rer. nat. Francisco Cereceda Balic